Como todos los años, el Instituto complutense de Estudios Jurídicos Críticos inicia su seminario de filosofía dirigido y organizado por Enrique Olivas. A continuación se inserta la carta de presentación del seminario en el curso 2010 / 2011.
Como en los pasados años, nos disponemos a iniciar las actividades de nuestro seminario. Este curso vamos a tener como referencia el estudio de los fragmentos del “derecho abstracto” que quedaron pendientes en la lectura de la Filosofía del Derecho de Hegel. Inicialmente, puro liberalismo: la libertad, fundada en la propiedad, que Hegel pone al comienzo del movimiento que conduce a la realización de la libertad, deja fuera de sí todas las relaciones sustanciales del ser humano. (J.Ritter). Aprovecharemos esa circunstancia para retomar algunas dimensiones de la teoría kantiana del derecho; aquí, las diferencias con Hegel, son muy sensibles en el ámbito penal. Habida cuenta de lo que está ocurriendo en nuestros días, podremos plantearnos la pregunta: ¿Dónde está el “niño perdido” del liberalismo moral? Que Kant haya conectado la razón, presente en todos los miembros de la especie,-kantianamente, la Humanidad-, a la libertad de los mismos y a su dignidad, obliga al derecho a garantizar las condiciones de exigibilidad y practicabilidad de esas cualidades en el espacio social y en el orden político.
Si el derecho no garantiza esas condiciones mínimas, como derechos exigibles, la atmósfera moral se expone a los gravísimos peligros de la excepcionalidad jurídico-política y al riesgo de fractura de nuestra dignidad moral como hombres y mujeres, y al consecuente incremento de la violencia y la barbarie en nuestra sociedad. Obviamente, ahí se encuentran los nexos con las reflexiones críticas sobre los pliegues de la forma social contemporánea y las múltiples lecturas sobre la misma: específicamente sobre el derecho, la producción normativa y las dificultades de materialización de los principios constitucionales en el ámbito jurisdiccional. A estas alturas del espectáculo, parece ser que la ciudadanía debe admitir que todo el brutal ataque a los derechos sociales que ha culminado en la impresentable ley 35/2010 y sus “medidas urgentes”, es fruto de la “voluntad de la mayoría” que se expresa en el parlamento. Esta norma, destructora de derechos y garantías, es la sublime expresión jurídica, de un reordenación económica brutal, realizada contra los derechos de la ciudadanía.
Justamente, tras la labor de contraste programada, deberemos plantearnos ya algunas lecturas de comienzos del XX, fragmentos de autores de Weimar e indagar por la emergencia del constitucionalismo social, así como por la naturaleza del acoso al que está siendo sometido en nuestro tiempo. No obstante lo dicho, nuestro trabajo, estará completamente abierto a los criterios que se puedan suscitar. Ya podéis intuir que no deseamos hacer, ni haremos, un trabajo filológico. No pretendemos sumarnos a las mil interpretaciones kantianas, hegelianas, posthegelianas, etc. El contexto material, por ejemplo, la sorprendente dinámica histórica, social y política que transcurre desde el Congreso de Viena hasta 1848. Nosotros queremos leer e interpretar a aquellos autores, al hilo de su contexto histórico, y, desde luego, intentar comprender unos resultados tan complejos como dispares. El propósito esencial es político: recordar nuestra condición común e intentar ser agentes de lo común, más allá de las instituciones que lo ocultan y se enmascaran en la ferocidad del individualismo competitivo.
Nuestro propósito: que estos textos nos sirvan de pretexto para un estudio y una discusión fundamentada, sobre las complejas formas sociales contemporáneas y sus expresiones jurídico-políticas. Son las formas de un orden de dominación que, en nuestro espacio constitucional, presenta perfiles difusos. Un orden que, sin embargo, es incapaz de recoger y garantizar los derechos y libertades de una multitud sustentada sobre el trabajo: una reserva humana de trabajo precario, sometido a la funcionalidad de un mercado sin espacio ciudadano; una reserva, a la que se coacciona para que circule al margen de los cauces de la adecuada tutela jurídica y, asimismo, alejada de reciprocidad solidaria de las luchas sociales del sindicalismo histórico. La visión compleja asume la realidad y la presencia de múltiples voces, todas con el mismo derecho expresarse, a denunciar, a exigir y a luchar. Sería como pasar de una concepción representativa del mundo a una concepción democrática en la que primen la participación y la decisión colectivas. (Joaquín Herrera Flores)
El Seminario de Filosofía, es un espacio abierto que acoge a estudiosos e interesados con un riguroso criterio de estímulo dialógico y transversalidad entre los saberes y el pensamiento crítico. Aspiramos a trabajar con la premisa del vínculo esencial entre los saberes y las acciones humanas. Muchos conocéis que este espacio se consolidó desde la experiencia de los seminarios con el maestro Juan Blanco. En la actualidad, el seminario de filosofía desarrolla su actividad dentro del ICEJC (Instituto Complutense de Estudios Jurídicos Críticos). Queremos enfatizar la naturaleza permanente de este seminario. En otras palabras, un esfuerzo colectivo por atrapar significaciones referidas a situaciones históricas determinadas: un grandísimo repertorio de conocimientos y saberes que están ahí, y que pertenecen a toda la especie.
Se trata de un producto específicamente social; expresión del trabajo humano. Somos conscientes de que no son patrimonio de ningún grupo ni caudal de algún agente o especialista diestro y adiestrado en hacer suyo lo que a todos pertenece; no estamos ni debemos estar en los lamentables subsuelos de la “cultura de la retribución” tan singularmente académica. Frente a todos los registros curriculares y frente a la farsa académica en general, es importante recordar: “ de cada uno según su capacidad y a cada uno según sus necesidades.” En este espacio, consideramos que competir es nocivo y que, sin embargo, cooperar es moralmente, muy productivo; y desde el punto de vista del estudio y la investigación, la cooperación es condición necesaria. Lamentablemente, el incremento de la barbarie social y sus reflejos académicos, recrean y reiteran el individualismo a través de un vacuo darwinismo social y su espectáculo: los “mejores” ganan; los torpes, pierden. La buena gente que necesita buenas instituciones parece no existir; sólo existen los mejores. Y éstos, son individuos ganadores que pisan fuerte. Ya decía Juan Blanco que ”el individualismo es una forma de ser de la estulticia humana.”
Las sesiones del seminario tendrán lugar en la Facultad de Derecho/UCM. Departamento de Filosofía/ Sala de Doctorado/ Edificio de Biblioteca y Departamentos/ Planta 2ª. Nos reuniremos todos los jueves a las 18.30. Todos los interesad@s, podéis hacer extensivo este aviso a vuestros amigos y conocidos sin problemas. Celebraremos la 1ª sesión, para hablar sobre todos estos extremos, el próximo jueves 21 de Octubre. Es muy importante que llevéis todas las ideas que juzguéis interesantes para nuestro trabajo. Para cualquier duda, podéis contactar conmigo. Abrazos para tod@s.
enrique olivas/ ICEJC/ eolivasc@der.ucm.es .
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