jueves, 20 de septiembre de 2012

HA MUERTO EL POETA ROBERTO ROVERSI









Septiembre está siendo un mes de lutos. A punto de cumplir 90 años, ha muerto Roberto Roversi en la ciudad de Bolonia; el poeta había nacido en 1923. Su biografía es conocida. En 1943, con tan solo veinte años, entró en la Resistencia y combatió con las armas a los alemanes en Piamonte. En 1955 fundó con  Francesco Leonetti y Pier Paolo Pasolini la revista Officina. Para la gente de mi generación, la poesía de Roversi la conocimos cantada por Lucio Dalla. En los años setenta descubrimos un álbum impresionante: Il giorno aveva cinque teste , donde Lucio Dalla cantaba unos poemas inmensos, todo un reto para un italiano de asalto como el de aquellos años, colaboración que luego seguiría en Anidride solforosa y en Automobili). A través de esa colaboración, la desolación  del destino marcado por el tiempo de trabajo y de  la explotación, la vida en suma del proletario industrial italiano, se presenta con una lucidez extraordinaria. Lucio Dalla murió en marzo pasado, al acabar un concierto en Suiza. Seguramente ya no cantaba la canción “Passato/presente”, donde se narraba el paso de la cultura campesina a la cultura obrera y urbana: “El pasado es mi rabia que se convierte en trueno, es un fuego que quema los pensamientos, el pasado es un muchacho que se convierte en hombre” / “El presente es habitaciones pequeñas, autopistas infinitas, el presente es una mancha de sangre de cincuenta kilómetros”. Quien quiera puede escucharla aún. Merece la pena oirle cantar  la canción "Pasado / Presente"

En Bolonia Roversi era muy conocido por su librería, Plamaverde, que siguió abierta y gestionada por él y su mujer hasta el 2006. En plenas luchas obreristas, ante la redefinición de la cultura que estos movimientos llevaban consigo en Italia, Roversi tomó la decisión a mitad de los años sesenta, de dejar de publicar con los grandes editores, limitándose a hacerlo exclusivamente en folios fotocopiados que se distribuían libremente en calles, asambleas y locales, o a colaboraciones concretas en pequeña revistas autogestionadas. En los setenta dirigió también la revista Lotta Continua. Era también autor de teatro cuyas obras se han editado recientemente, en las ediciones Pendragon de Bolonia.

El presidente de la república italiana ha lamentado su muerte. La muerte de un poeta inmenso.

sábado, 1 de septiembre de 2012

UN DEBATE INTERNO EN LA CUT CHILENA


Gracias a la red de información de Pedro Guglielmetti, una lista escogida de muchas personas correspondientes a diferentes naciones latinoamericanas, españolas e italianas, tenemos acceso a un conjunto de informaciones, documentos y testimonios sobre el mundo del trabajo y la actividad política y económica en Latinoamérica. Recientemente la red de Pedro Guglielmetti ha transmitido unas declaraciones de Cristián Cuevas, dirigente de la emblemática Confederación de los Trabajadores del Cobre (CTC), que representa un sector crítico enfrentado a la mayoría de la dirección actual de la CUT. Se trascriben aquí alguna de las respuestas a una entrevista publicada en el diario digital “El Mostrador”, de Chile.



-¿Cuál es la conducción que debería tener la central sindical más grande de Chile para sumarse como actor importante al movimiento social que hay en el país?

Primero pasar por un proceso de democratización. Generar un vínculo real con los trabajadores, terminar con los sindicatos fantasmas, sobrerrepresentados. Si no avanzamos en eso, estamos condenados a desaparecer. A convertirnos en un elefante blanco, sin trabajadores. Implementar el voto universal, en Chile hay sólo una experiencia en los ’70 de votación universal. Tenemos que perder el miedo a cómo los trabajadores decidan quién conduce la Central.

-Pero en el corto plazo ¿cómo debería actuar la CUT en este contexto social?

-Tenemos que ponernos a la altura de la lucha social. Si la conducción de la CUT que finalmente se resuelva, va a ser un apéndice del próximo gobierno de Bachelet, o de un gobierno de derecha, estamos condenados a no tener nunca fuerza propia; capaz de movilizar, legitimar a los trabajadores y no estar al arbitrio del gobierno de turno. Tampoco de los partidos, que creo que son necesarios. Pero quien finalmente conduce el movimiento sindical son los trabajadores y los líderes sindicales.

-Ahora esa “endogamia” entre partidos y sindicatos viene desde que partió la Concertación.

-Yo creo que la Concertación tenía secuestrado al movimiento social y sindical. Si nosotros vamos a tener una nueva conducción para seguir secuestrados por un gobierno, o por “las nuevas mayorías”, como se dice, me parece que es un contrasentido. El movimiento sindical debe ser independiente. Tener la fuerza política y social para generar los cambios. Por lo menos nuestra mirada apuesta a eso. Pero no sé si es lo que va a primar.

-¿Qué cree que va a primar entonces?

-Mantener lo que está, mejorar algunas cositas por ahí. Un movimiento sindical sujeto a los tecnócratas políticos. Nosotros como confederación no estamos para blindar a nadie y que se siga reproduciendo la “democracia de los acuerdos” que tuvo por finalidad sepultar al movimiento social y donde sólo las elites políticas resolvían por todos los habitantes de nuestro país.

EL RITUAL DE LA FOTO

-Supongamos que todo mejora fluidamente y hacemos un buen sindicalismo. ¿Cuáles serían tus metas a corto y mediano plazo?

-Yo creo que este proceso de democratización no es inmediato, sino de mediano y largo plazo. Pero si efectivamente se proyecta, si hay un congreso refundacional que atraiga a todos y a la depuración que debe haber, deberíamos apostar a tener un proyecto claro, son concesiones a un mundo político que no está junto a nosotros.

-¿Pero en términos concretos: negociación colectiva por sectores, reforma tributaria….?

-Negociación real en nuestro país. Nadie dice que no se tiene que negociar con los empleadores. Pero negociar en una situación de fuerza social, como lo hacen los estudiantes. No esta cosa ritualista en que nos juntamos, nos sacamos una foto y finalmente los resultados inmediatos para los trabajadores no son nada. Obviamente tenemos que hacer un debate real sobre una reforma tributaria y no este ajuste mentiroso. Y generar alianzas políticas, no supeditadas a la militancia sino a partir de lo que representemos como fuerza social. El énfasis tiene que estar en la movilización.

-¿Cuánto cuesta que un trabajador se pliegue a una movilización?

- Tenemos un movimiento sindical moribundo. Pero la gente tiene esperanza en nosotros. Hay miedo, sobre todo, cuando los líderes sociales no tenemos legitimidad, no hemos construido desde abajo para nuestro objetivo político, sino que para la sobrevivencia económica de los dirigentes sindicales con proyectos financiados nacional e internacionalmente. Y eso es lo que ha estado ocurriendo.