El consejero de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, don Marcial Marín, ha afirmado en una entrevista que los niños de la región castellano - manchega piensan en ser funcionarios. Y eso le parece mal, eso sí, con todos los respetos para los funcionarios. Porque lo que deben pensar ser los niños de Castilla La Mancha es en ser empresarios."Si conseguimos cambiar esa tendencia- ha afirmado el Consejero de Educación- Castilla La Mancha despegará".
Los niños sueñan con ser funcionarios porque posiblemente tengan nostalgia de un espacio público desmercantilizado donde las necesidades sociales no sean satisfechas en razón de la capacidad adquisitiva de cada uno. En donde la enseñanza sea pública y gratuita y una sanidad de calidad permita hacer realidad el derecho a la salud que se garantiza en la Constitución de manera universal para todos quienes residan en España, también en la región castellano-manchega. Los niños de esa región quieren ser funcionarios porque piensan que el trabajo debe tener una seguridad relativa que permita hacer proyectos de futuro, pensar en una realidad tranquila guiada por la idea de justicia y distribución equitativa de los recursos. Y les agrada pensar que los bienes comunes - el agua, el medio ambiente - no tienen por qué tener un valor en bolsa y producir dinero. Y prefieren ser funcionarios del Estado, de la Administración autonómica, de las corporaciones locales, porque son organismos que representan y realizan el interés general, y no hay nada más recomendable para un niño que pensar en todos, en lo común, como forma de avanzar y de crecer culturalmente, políticamente, económicamente. Los niños y las niñas de Castilla La Mancha piensan que es en el espacio público donde se puede lograr la igualdad y donde se libera a las personas, hombres y mujeres, de la necesidad, de la enfermedad y de la incultura.
Prefieren eso a ser empresarios porque les han dicho que para serlo, para devenir emprendedor - prefentemente en masculino - hay que apostar por el riesgo, por la opción individual frente a lo colectivo, en donde la recompensa es ganar, competir, ser más que otro. Les han dicho que ser empresario es maximizar la ganancia y ahorrar costes laborales, o sea pagar cada vez menos a los trabajadores y a las trabajadoras, utilizar las subvenciones públicas - el dinero de todos- para un proyecto personal que dará beneficios o de lo contrario no tiene sentido mantenerlo, encontrar dinero para hacer más dinero. No es un proyecto malo, incluso es encomiable como libertad de algunos, pero no es atractivo para un niño que sueña. Un niño y una niña que ven a sus padres en el día a día sin servicios públicos, amenazado su trabajo, con cada vez menos salario.
Por eso los niños manchegos prefieren ser funcionarios. Y sólo así, con ese pensamiento que privilegia lo público sobre el beneficio privado es como Castilla La Mancha despegará.
El texto de la entrevista en ABC de Ciudad Real: http://www.abc.es/ciudad-real/20130128/abcp-ninos-piensan-funcionarios-empresarios-20130128.html
2 comentarios:
Estimado buen y gran amigo:
Lo suyo merece dos palabras: mara-villoso.
Disfruté mucho leyéndola y se la voy a hacer leer a mi más de 30 sobrinos.
Abrazo grande desde el cule du monde,
AB (el joven)
Ojala esos niños comiencen a soñar con un bidón de gasolina, como la protagonista de la novela que usted bien conoce
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