En el marco de los cursos de
postgrado en derecho para estudiantes latinoamericanos que lleva a cabo todos
los meses de enero la UCLM, que este año suma ya catorce ediciones, el curso de
Derecho del Trabajo codirigido por Antonio
Baylos y Joaquín Pérez Rey se
dedica al estudio de las políticas de austeridad y la crisis de la regulación
laboral en España y en Europa.
El curso lleva el nombre de un
maestro, Oscar Ermida Uriarte, catedrático
de la Universidad de la República de Uruguay y posiblemente el más conocido (y
reconocido) de los iuslaboralistas latinoamericanos. Fue profesor de estos
Cursos de Postgrado en Derecho del
Trabajo desde su primera edición y sólo faltó en enero de 2011, cuando su
enfermedad estaba muy avanzada. Murió en junio del 2011. Oscar Ermida era un jurista
progresista convencido que la dimensión internacional de la regulación del
trabajo debía servir como plataforma para el reconocimiento universal de los
derechos sociales. Pensaba en una globalización de los derechos y en la reforma
social como elemento central de la convivencia política. Desde ese pensamiento,
expresado y mantenido en tantas y tan influyentes publicaciones, y en la
dirección de revistas científicas de relieve como Derecho Laboral, publicada en Montevideo, o la Revista de Derecho Social-Latinoamérica, cuya publicación se
interrumpió a su muerte, su nombre va asociado a este empeño didáctico.
El curso se estructura a través
de una combinatoria de elementos que permitan ofrecer una visión de conjunto lo
suficientemente articulada y compleja de esta etapa histórica en la que nos
encontramos.
El primer elemento que se
presenta es el más determinante, aunque no siempre se considera de esta manera
en las aproximaciones al tema de la austeridad. Se trata de conocer los sujetos
que reciben y resisten las consecuencias de las políticas de austeridad, y
percibir cuales son las líneas principales a través de las cuales se expresa el
rechazo a las mismas, con especial atención no tanto a los hechos o a las
prácticas llevadas a cabo, sino a la forma en que se produce la deslegitimación
de la actuación de los poderes públicos y privados, la repulsa a la corrupción
y al autoritarismo, en definitiva, la narrativa que emerge de estos sujetos
frente a la sucesión brutal de acontecimientos y su imposición violenta por las
autoridades de gobierno y el poder empresarial. Estos sujetos tienen un nombre,
son los movimientos sociales y los sindicatos, y es posible descubrir que
tienen una consideración central en este proceso de resistencia también a través
de la pérdida de valor de las fuerzas políticas que les acompañan, reducidas
éstas últimas a una posición secundaria en el terreno institucional,
irrelevantes a partir del bipartidismo en el plano electoral, y con demasiadas
inseguridades respecto del proyecto de reforma que encarnan, tanto en el nivel
europeo como en el plano nacional.
A continuación, y teniendo en
cuenta el sesgo jurídico del curso, se
ponen de manifiesto los niveles regulativos globales e internacionales en donde
se plantea la vigencia universal de los derechos sociales, puesto que este es
un espacio funcional al discurso de la resistencia colectiva, que se basa en un
rechazo razonado a las políticas de austeridad sobre la base de la negación por
parte de éstas de los derecho asociados al trabajo. Más allá por tanto de la
aproximación “específica” de los derechos laborales en el plano internacional –
con el examen por tanto de la acción normativa y de control por parte de la
OIT, fundamentalmente – se privilegia un planteamiento más comprensivo de estos
derechos en el ámbito de los derechos humanos, de donde los derechos sociales y
económicos no son sino una derivación necesaria, ya superado el viejo debate
sobre los derechos “plenos” o derechos “incompletos” que oponía los derechos
civiles a los derechos sociales. En esta perspectiva, se presta especial
atención a dos “lugares” de protección relevante. Dentro de Europa, la
confrontación entre las políticas de austeridad y la Carta Social Europea, con
un examen detenido de las decisiones del Comité de Derechos Sociales del
Consejo de Europa. Y, con carácter universal, el protocolo facultativo del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de
las Naciones Unidas, que articula un procedimiento de queja por violación de
derechos sociales y que, en vigor desde el año pasado, vincula al estado
español que es uno de los estados que los suscribieron, bajo el gobierno
socialista, en el 2009.
El tercer elemento del curso es
más convencional. Se dedica a debatir sobre los elementos constitutivos de la
centralidad política y democrática del trabajo y su cuestionamiento por las
políticas neoliberales. En este sentido, se reflexiona sobre lo que implica el
derecho al trabajo y su reconocimiento constitucional, pero a la vez se
interroga sobre si decimos lo mismo cuando hablamos de trabajo y la
resignificación de esta noción en el tiempo presente. El par de nociones
trabajo /empleo es asimismo desarrollado de forma muy amplia, tanto desde el
punto de vista europeo – la política de empleo
de la UE contra el derecho al trabajo –, como del uso inescrutable de
una noción – comodín, la flexiguridad, o
desde el punto de vista de los sujetos vulnerables en materia de empleo.
Y muchas declinaciones del trabajo. Trabajo de cuidados y trabajo doméstico,
trabajo a domicilio o a distancia, trabajo a tiempo parcial y precario, trabajo
inmigrante y flujos de trabajo móvil, tiempo de trabajo y tiempo de vida.
Un elemento posterior es el que
discurre sobre la constitución social del Estado-nación y la contracción de la
ciudadanía social por las “políticas de austeridad”. Desarrollando este aspecto
se analizan las restricciones que éstas han producido sobre los servicios
sociales, la asistencia social, la cobertura de la situación de dependencia, la
protección por desempleo y los niveles de protección ante la pérdida de
trabajo, o la temática de la salud y el medio ambiente. El gran tema aquí es la
relación entre un sistema de Seguridad Social y la democracia, la ciudadanía
social amenazada.
El curso se cierra con una reflexión
abierta sobre la ciudadanía en la empresa y los modelos de Derecho del Trabajo,
la posible “incompatibilidad de caracteres” entre la democracia y la empresa y
la relación ente los modelos de Derecho del Trabajo y los modelos de sociedad,
donde contemplando el presente se debe también mirar el pasado como forma de
explicarlo.
Participan en el curso un elenco de profesoras y de profesores de relieve. La mayoría son de la UCLM - además de los co-directores del Curso, los profesores /as Aparicio, Gallardo, Mora Cabello de Alba, Rodriguez, Trillo, Desdentado, Castelli, Serrano, Mendoza y Merino, junto con otras aportaciones externas muy interesantes. Así, Carmen Salcedo, de la Universidad de Valencia, Vera Pavlou, del Instituto Universitario Europeo de Florencia, Gerardo Pisarello de la Universidad de Barcelona y Christian Courtis, del Alto Comisariado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, con sede en Ginebra.
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