La página web de la UCLM destaca
que esta Universidad es una de las que más ha reducido sus gastos entre 2009 y
2011, según un informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, una entidad
creada en el 2002 a solicitud de la entonces ministra de educación Pilar del
Castillo como forma de acercar la universidad a los intereses de las empresas y
a condicionar en este sentido la programación de las enseñanzas de nivel
superior. La nota dice lo siguiente:
La Universidad de Castilla-La Mancha
(UCLM) fue la universidad pública presencial española que más redujo sus gastos
no financieros entre los años 2009 y 2011. Según el informe recientemente
publicado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), en ese periodo de
tiempo los gastos de la Universidad regional disminuyeron un 15,7%, muy por
encima de la media de universidades públicas españolas que fue del 2,8%.
Esta reducción de gastos es fruto de la
grave crisis económica, a la que no es ajena el conjunto de instituciones
académicas que han tenido que ajustar su presupuesto de gastos e ingresos y
buscar fuentes de financiación alternativas a las públicas, tal y como recoge
el Informe CYD 2012, elaborado por esta Fundación que tiene por objeto analizar
y promover la contribución de las universidades al desarrollo económico y
social del país.
Asimismo, y según recoge el citado
documento, la UCLM fue la tercera de las 47 universidades públicas presenciales
analizadas que más vio reducidos sus ingresos no financieros entre 2009-2011,
llegando a caer en un 17,3%, sólo por detrás de la Universidad de Alicante
(-20,2%) y la Politécnica de Madrid (-19,8%).
Por otra parte, el estudio destaca que
Castilla-La Mancha fue la Comunidad Autónoma que más redujo los recursos
destinados a financiar la educación universitaria durante el periodo analizado,
con una reducción más de cinco veces superior al resto del sistema
universitario español.
En ese “por otra parte” está la
noticia más interesante. Es decir la de que la Comunidad Autónoma de Castilla
La Mancha redujo su aportación a la Universidad en una cantidad desaforada,
cinco veces superior al resto del sistema universitario español. Quintuplicó
los recortes respecto de otros gobiernos autonómicos. Y lo hizo durante el
período 2009-2011 (aunque el informe habla de 2012), es decir, bajo dos
mandatos políticos diferenciados del PSOE y del PP. Sería importante conocer
este dato, la intensidad de estos recortes por años, su “localización” en los
diferentes apartados de los capítulos del gasto, para poder comprobar si el
recorte es homogéneo o si se produce fundamentalmente en el capítulo de
personal, pero no en el de investigación, o si, en fin, la tendencia es a un
ahorro importante en inversión en i+D+i y a una reducción del coste laboral a
través de la reducción de personal temporal (asociados), etc.. Este es el tema
más interesante, y ese debería haber sido el titular destacado. Claro que
hacerlo así habría generado posiblemente una reacción negativa del gobierno de
Castilla La Mancha que no reconoce sino la sumisión y el silencio como forma de
regir las relaciones de empleo del personal a su servicio y como forma
institucional de ordenar las relaciones inter-institucionales. Y a la violencia
de este planteamiento autoritario la Universidad se pliega y se subordina,
esperando tiempos mejores, cuando los “brotes verdes” hayan dado sus frutos.
Aunque todos podamos pensar que para cuando se produzca tal eventualidad la
universidad manchega haya retrocedido tres décadas y se sitúe en un espacio
residual en investigación y en el liderazgo de proyectos de cooperación y de
coparticipación académica con América Latina y Europa.
